No maten a Rulito!

El vive dentro mío!

Si, aunque hace “toing toing”, como cualquier rulito, este es especial, éste es mío, vive en mi pecho. Hace mucho no puedo sentirlo, ni saltar con él, pero todos los días me envuelve entre sus curvas y me hace recordar, me lleva a donde quiero estar.

Mi cansada vista muere por seguirle el paso. Pero siempre está mas lejos y aunque nunca me despegué de él, ni siquiera un segundo, ni una sola mañana, eso a Rulito no le quita el sueño… al vivaracho!

Éste rulito en particular, es único y hay muchas razones para ello: tiene la curiosa capacidad de estirar mi sonrisa hasta formar los hoyuelos que siempre me avergonzaron, aunque tiene también el poder de destruir íntegramente mi ser, mientras me asfixia entre sus ondas. A veces nos sentábamos a crear, a hacer arte, por el simple hecho de ser, de pasar el tiempo, donde podíamos pasar horas y horas en las que solo se oían dos lápices, rasgando papel, si, Rulito también dibujaba ¿no era un cariño?

Quizás también teníamos noches de luna, donde bajo su pálida luz nos enredábamos perdiendo las fronteras de nuestras siluetas. Había también incontables noches donde el sol quemaba, noches largas, rostros bañados en plata más de una vez. Siempre dude de la simplicidad de las cosas que son buenas.

Si, fui un torpe! Las cosas no suceden por nada, si rulito esta lejos, probablemente algo haya tenido yo que ver, nunca tuve manos de estilista y mucho menos de peluquero, pareciera que no lo cuide muy bien, me manda hirientes postales de los lugares que visita.

Mientras miro por la ventana, su recuerdo me golpea violentamente como un viento huracanado, ahí es cuando pienso que Rulito me extraña, que quizás no sea solo yo! quizás sea esa telepatia que siempre tuvimos!!! aunque… quizas… y solo quizas… sea yo y SOLO YO, quien no quiere caer en la realidad, rulito no está, hace mucho no está…

Su silueta solo existe en mi memoria.