La dicha no es cosa alegre.

26/9/11

Cuentito


Un anciano llamado Chunglang, que quiere decir «Maese La Roca», 
tenía una pequeña propiedad en la montaña.  
Sucedió cierto día que se le escapó uno de sus caballos y los vecinos
se acercaron a manifestarle su condolencia.

 Sin embargo el anciano replicó:
-¡Quién sabe si eso ha sido una desgracia!

 Y hete aquí que varios días después el caballo regresó, 
y traía consigo toda una manada de caballos cimarrones. 

De nuevo se presentaron los vecinos y lo felicitaron por su buena suerte.

Pero el viejo de la montaña les dijo: 
-¡Quién sabe si eso ha sido un suceso afortunado!

Como tenían tantos caballos, el hijo del anciano se aficionó a montarlos,
pero un díase cayó y se rompió una pierna.  
Otra vez los vecinos fueron a darle el pésame.

Nuevamente les replicó el viejo:
-¡Quién sabe si eso ha sido una desgracia!

Al año siguiente se presentaron en la montaña los comisionados de «los Varas Largas».Reclutaban jóvenes fuertes para mensajeros del emperador y para llevar su litera. Al hijo del anciano, que todavía estaba impedido de la pierna, no se lo llevaron. 

Chunglang sonreía. 

  Hermann Hesse

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