La dicha no es cosa alegre.

14/9/11

Divagandote


Dando vueltas en la cama, con ojos empañados mirando el que era tu lugar.

No soy tan fuerte.

Presuroso, como si tuviese algo que hacer, me visto para partir.

Abro la puerta y una noche solitaria me da una oscura bienvenida

Las estrellas se esconden a mi paso y la luna destella un fulgor azulado, seco y sin vida.

Veo tus huellas en todas partes.

Sin mucha noción, sigo  tus pisadas por una vereda que no conozco, que me llevara a algún lugar, ése es el fin de un camino. 


Escrito tu nombre en hojas de árboles, escucho tu risa que huye con el viento.

Desgarro mi vida como las páginas de un libro que querría seguir leyendo, afiladas hojas lastiman mis dedos.

Destinado a vagar solo, siempre páramos negros y arboles sin fruto me esperan en el camino.

La soledad tiene la fuerza de mil terremotos y abre en torno a mi un insondable abismo que ninguna luz podrá iluminar jamás.

Creo que nací para ser olvidado

1 comentario:

  1. Muy original el Blog Laio! , gracias por pasar por el mio.

    Saludos y suerte!

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