Relegado en un cuarto, destinado a olvidar.

¿Vivir en  un mundo donde todos sonríen? Sinceramente esa no es la parte difícil, la hipocresia en los tiempos que corren es moneda corriente. Complejo es vivir todos los días deseando lo que mas necesito.

Busco rellenar con vanalidades el cruel hoyo en mi pecho que, con un apetito insaciable demanda ser llenado, antes no existía éste hueco. Me hago completamente cargo de haber cavado hasta lo más profundo de mi para que nazca aquella hermosa flor, ahora solo queda un hueco de profundidad insondable… de oscuridad interminable.

Cierto día me encontré en la urgente necesidad de quitarme de encima todo lo que me lastímaba, y ahí, y sólo AHI me di cuenta que está mal luchar contra lo que uno siente, aunque uno sienta SOLO.

El peso que ahora siento sobre mis hombros, son errores que merezco y otros no mios que, ignorados, pidieron permiso y entraron en mi mochila, pero es un todo, eramos dos.

Si siento lo que siento, no EXISTE NADA MAS REAL QUE ÉSO.

Lugares  oscuros recorro, una antorcha prendida aviva el fuego con mis más dulces sentimientos,  que por mas fuertes que sean, siquiera logran un ápice de luz en la espesa y viscosa oscuridad que lentamente me va sitiando. 

Con los ojos empañados en lágrimas encontramos tesoros invaluables, tanto tiempo perdidos, si bien son nuestros y están ahí, no me pertenecen y a veces siento que nunca fueron míos.

En mi interior, veo cuadros oscuros que tapan todo mi interior, antes detrás de ellos había una manta a cuadros de colores en la que ambos nos tapábamos y jugábamos, cartas del uno esparcidas por el piso y cientos de dibujos.

Ahora sólo prevalecen la oscuridad, el frío, la soledad y el dolor que se exparcieron como una sombra devorando todo.

Será que mi interior no es más que un galpón abandonado?

Quiero mates, quiero jugar al uno, quiero sentarme en la cocina a dibujar mientras la manecilla del reloj da vueltas y vueltas, quiero que estés para poder cumplir todos mis sueños realidad.

Seguro nuestro muro borrado está y nuestras canciones, muertas.

Sólo me gustaría estrecharte en mis brazos y nunca, pero nunca mas dejarte ir. 


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